Su origen está estrechamente unido al de los Pastores belgas con los cuales tienen muchas semejanzas tanto en lo relativo a su aspecto general como a su carácter. Son perros de gran fortaleza que viven casi siempre al aire libre, cuidando con gran maestría los animales que se les han confiado. Con el pasar del tiempo, se han fijado tres variedades con diferente capa y pelo: el Langhaar o Perro de Pastor holandés de pelo largo, el Ruwhaar con pelaje duro y el Korthaar con pelaje corto. El primero es ahora muy raro, incluso en Holanda y está casi extinguiéndose en cambio, los otros, están bastante difundidos en su país pero muy poco en el extranjero.